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El edificio, proyectado por encargo de Bomberos de Asturias, debía dar respuesta al programa de necesidades habitual para un Parque de Bomberos, adecuándose debidamente a las características climáticas y paisajísticas del entorno que rodea a la parcela en el que se localiza, sin renunciar por ello a ofrecer una imagen que refleje la singularidad de su uso.
El programa de necesidades requería contar con una amplia superficie de cocheras para el estacionamiento de los distintos vehículos utilizados, incluidas áreas de almacén e instalaciones; con las distintas dependencias administrativas y de uso del personal, esto es, sala de control, despacho, aula, gimnasio y vestuarios diferenciados por sexo; y con una zona privada de estancia del personal del Parque, con sala de estar, cocina - comedor, dormitorios y aseos.
 La parcela se encuentra situada en la proximidad de los límites de la población asturiana de Proaza, un pequeño enclave eminentemente rural localizado en el valle del río Trubia, en terrenos destinados inicialmente al área del Recinto ferial y mercado de ganados de Proaza. Lindando así al Sur y al Oeste con terrenos de este Recinto ferial, y al Norte y al Este con parcelas de suelo no urbanizable.
Para dar respuesta a estos requerimientos de partida se proyecta un único edificio en el que se diferencian dos volúmenes, separados por el espacio cubierto de acceso principal al mismo, y unificados por la cubierta a dos aguas que discurre sobre ellos:
- El volumen situado al Norte, compuesto por una amplia nave de una sola planta con una altura libre próxima a los 7 metros, que alberga el espacio de estacionamiento de los distintos vehículos a utilizar, así como las zonas de almacén y sala de instalaciones.
- El bloque Sur, en el que se disponen en dos plantas tanto las distintas dependencias administrativas, como las de uso y estancia del personal del Parque. En planta baja se localizan aquellas piezas menos privadas, accesibles incluso en circunstancias puntuales a personas ajenas al Parque de bomberos, como son despacho y aseo de minusválidos, aula, gimnasio y vestuarios; reservándose la planta primera para la distribución de las distintas piezas de estancia del personal exclusivamente, esto es, sala de estar, cocina-comedor, dormitorios y aseos.
- En el ámbito cubierto de acceso separador de los volúmenes del edificio, se sitúa la sala de control, pieza clave en el funcionamiento del parque, necesariamente relacionada tanto con el área de cocheras como con la zona de uso y estancia del personal.
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Estos dos volúmenes principales y el espacio de acceso se unifican visual y funcionalmente mediante la construcción de una única cubierta a dos aguas que recorre la totalidad del edificio, tanto como elemento protector de respuesta ante las húmedas condiciones climáticas asturianas, como elemento integrador del edificio dentro de las condiciones paisajísticas del ámbito rural en el que se inserta.
En cuanto a los materiales empleados en la ejecución de la obra, señalar primeramente que la estructura del conjunto del edificio está realizada principalmente a base de pórticos y forjados de hormigón armado, a excepción de la estructura de la cubierta inclinada, resuelta mediante cerchas y correas metálicas sobre las que se disponen paneles autoportantes de madera tipo sandwich con terminación inferior en roble ranurado. La terminación de esta cubierta se realiza mediante chapa de zinc-titanio, en tanto las zonas de cubierta plana serán del tipo invertida no transitable protegida con grava.
Los cerramientos exteriores de ambos volúmenes se realizan en su totalidad mediante fábrica de bloques Termoarcilla de 30x19x29 cm, con carga de mortero hidrófugo de cemento en su cara interior, y revestimiento tipo monocapa por su cara exterior en un único tono para el conjunto del edificio, a excepción de los cerramientos de la sala de control.
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