Florencio Manteca: “Los materiales cerámicos son una opción extraordinaria en la arquitectura bioclimática”

Florencio Manteca es arquitecto y desde hace unos años dirige el Departamento de Arquitectura Bioclimática del Centro Nacional de Energías Renovables (CENER). Desde su cargo intenta que la arquitectura de los próximos años sea más respetuosa con el medio ambiente y tiene muy claro que la cerámica estructural es un material ideal para poder desarrollar una arquitectura bioclimática que bebe de la tradición y la tecnología.

El departamento de Arquitectura Bioclimática de CENER investiga nuevas formas de edificación que tratan de minimizar el impacto medioambiental y los problemas energéticos de la construcción. ¿Cuáles son las líneas de investigación que se están desarrollando en la actualidad?
Las líneas de investigación prioritarias ahora mismo son la industrialización de soluciones bioclimáticas, la integración optimizada de las energías renovables en entornos urbanos,  la rehabilitación medioambiental de los edificios, y las estrategias de refrigeración pasiva.

Los elementos bioclimáticos son una realidad desde hace unos años, pero ¿qué debemos entender por arquitectura bioclimática? En momentos de desaceleración económica, ¿podría considerarse como una estrategia más, o un elemento de valor añadido, para vender más viviendas?
Para mí, la Arquitectura Bioclimática es aquella que surge tras un análisis riguroso de las relaciones entre el clima, la arquitectura y las personas. La Arquitectura Bioclimática tiene por objeto la consecución de un elevado nivel de confort mediante la adecuación del diseño, la geometría, la orientación y la construcción del edificio a las condiciones climáticas de su entorno. Se trata, pues de una arquitectura adaptada al medio ambiente, sensible al impacto que provoca en la naturaleza, que intenta minimizar el consumo energético y, con él, la emisión de gases de efecto invernadero.
La arquitectura bioclimática es una arquitectura de elevada calidad medioambiental, por lo que en esta coyuntura económica del sector, aquellos promotores que apuesten por poner en el mercado viviendas de calidad, tienen en el bioclimatismo un argumento más.

¿En qué situación se encuentra la construcción o la arquitectura bioclimática en España, y en su comparación con los vecinos europeos?
Durante muchos años, la arquitectura bioclimática en España ha tenido un carácter muy marginal, alejado de las escuelas de arquitectura y de las publicaciones, ajena a la mayoría de los arquitectos. Estábamos muy lejos en cuanto a formación y sensibilidad de los países del norte de Europa. Sin embargo, desde hace 5 o 6 años, la tendencia está cambiando. El Código Técnico de la Edificación ha supuesto un marco normativo que favorece la aplicación de estrategias bioclimáticas y la integración de renovables, y además la creciente sensibilidad y responsabilidad medioambiental de los arquitectos está dando como resultado una generalización de los principios bioclimáticos en la arquitectura española. Un ejemplo es la distinción que se dio a la representación española en el congreso Sustainable Building 2005 en Tokio, en donde los edificios presentados fueron reconocidos como los mejores del congreso.

La directiva europea de Eficiencia Energética del 2002 y el CTE han ayudado a impulsar la arquitectura bioclimática. Ahora, el comprador de un piso conoce el consumo energético que tiene la edificación, pero, ¿qué falta, es necesario un mayor impulso a este tipo de arquitectura, y quién debe de facilitarlo?
Lo fundamental ahora es que los promotores se vean estimulados a conseguir una calificación energética elevada. El reto está en conseguir que desde las administraciones se articulen medidas innovadoras para favorecer aquellas promociones que acrediten una cierta calidad medioambiental con beneficios fiscales, reducción de tasas de licencias…, o incluso unas normativas urbanísticas flexibles en función de la calificación energética.

¿Qué materiales principales constituyen la base del bioclima?
En principio, todos aquellos materiales que dispongan de un buen comportamiento térmico, pero también es importante que tengan un análisis de ciclo de vida - ACV favorable: materiales poco transformados, provenientes de entornos cercanos, y que necesiten poca energía para su fabricación, puesta en obra, mantenimiento e incluso su demolición.

Los materiales cerámicos, la arcilla cocida, las tejas, las fachadas ventiladas, entre otros, son productos o sistemas de construcción tradicionales. ¿Qué importancia o aceptación tienen estos elementos en esta tendencia constructiva?
Los materiales cerámicos son una opción extraordinaria en la arquitectura bioclimática. Son materiales con unas cualidades termofísicas muy buenas, sobre todo la cerámica aligerada, ya que tiene un buen resultado de ACV, en especial aquella que requiere menor temperatura para su cocción.
Además es un material muy abundante y asequible económicamente, lo cual lo hace muy apropiado para cualquier solución constructiva bioclimática. En CENER la cerámica siempre es una de las primeras opciones cuando pensamos en materiales, ya que nos permite utilizar un elemento autóctono, muy arraigado en nuestra tradición mediterránea, pero aplicándolo en soluciones con los requerimientos tecnológicos, estéticos y medioambientales contemporáneos.

Se está pasando de construir bloques de viviendas a bio-estructuras sostenibles, pero,  ¿el mercado está preparado para asumirlo, se democratiza su acceso? Y, ¿cuáles son los principales retos de futuro?
La batalla por la sostenibilidad a nivel global la libraremos en las ciudades, donde vive en torno a un 60% de la población mundial. Por lo tanto el reto está en conseguir aplicar estas estrategias de ahorro y eficiencia energética de forma drástica y generalizada en las viviendas. Para ello, es imprescindible como dices “democratizar” la edificación sostenible. Si una arquitectura es elitista, no es sostenible. Uno de los requisitos básicos de la sostenibilidad en la edificación es que sea asequible económicamente, y eso es posible. El III Congreso Internacional de Arquitectura, Ciudad y Energía – CIBARQ 08, que se celebrará en Pamplona los días 30 y 31 de octubre, con el lema “Regeneración urbana”, (www.cibarq.com) analizará precisamente los retos y tendencias que tenemos por delante en este camino hacia la sostenibilidad.

Al detalle:

El Centro Nacional de Energías Renovables (CENER) es una institución tecnológica especializada en la investigación aplicada, el desarrollo y el fomento de las energías renovables. El equipamiento cuenta con una alta cualificación y un reconocido prestigio nacional e internacional.

Cener inició su actividad en 2002 con el apoyo del Gobierno de Navarra, el ministerio de Educación y ciencia y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) entidades que, junto con el Ministerio de Industria, Turismo y comercio, forman parte de su patronato. Actualmente, el centro presta servicios y realiza trabajos de investigación en seis determinadas áreas del ámbito de las energías renovables: Eólica, Solar Térmica, Solar Fotovoltaica, Biomasa, Bioclimática e Integración en Red de Energías Renovables.

El Centro Nacional de Energías Renovables está dotado de una infraestructura tecnológica de última generación, con los más modernos laboratorios e instalaciones a nivel europeo. En el caso del Laboratorio de Ensayos de Aerogeneradores, ubicado en Sangüesa (Navarra), se trata de una infraestructura única en el mundo.

Actualmente, la plantilla del centro es de unos 200 profesionales altamente cualificados que convierten a la instalación en un referente dentro y fuera del país. Presta sus servicios profesionales a un nutrido grupo de instituciones, empresas vinculadas de una u otra forma con el negocio energético y gobiernos autonómicos españoles, europeos y latinoamericanos.

La sede de CENER está localizada en la Ciudad de la Innovación, en Sarriguren, Navarra, aunque dispone de instalaciones y oficinas en otros emplazamientos como Sangüesa (Navarra) y Madrid.

La sede del Centro Nacional de Energías Renovables fue galardonada en 2006 como uno de los mejores edificios presentados en la celebración de la Conferencia Internacional Sustainable Building, celebrado en Tokio. La concesión de este premio se debe a los aspectos energéticos y medioambientales, así como los relacionados con la calidad arquitectónica de los edificios.